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Pazo dos Oreiro



O Pazo dos Oseiro, na Avenida Párroco Villanueva á altura do cruceiro, chántase nas súas últimas igual que o resto de edificios históricos de Sada


Crátera cerámica en la que al tema de la próthesis o exposición del difunto sobre el catafalco, ahora colocado sobre un carro, se suma el tema del desfile de los guerreros. El pintor ha despiezado los carros y los muestra como si se tratase del plano de montaje de los mismos. Los cuerpos de los guerreros están ocultos tras unos típicos escudos en forma de caja de violín. Se puede apreciar el horror vacui que siente el artista, que no deja el más mínimo hueco sin un motivo de relleno.

A Terraza, Sada





A seguinte información está extraída do libro "As sete terrazas de Sada" un caderno de estudos locais da revista Areal, da Asociación Cultural Irmáns Suárez Picallo, en colaboración con José Ramon Soraluce Blond e Laura Bouza Romero, ademáis do caderno de estudos locais "Edificio La Terraza de Sada (La Coruña)" de Carlos Fernández-Gago Varela.

A Terraza de Sada é unha peza arquitectónica da que hai que falar cando se fai referencia ao periodo modernista de Galicia. Un edificio que foi sufrindo unha metamorfose e que a día de hoxe, como produto da transformación e a adecuación aos diferentes usos, segue en pé no paseo marítimo de Sada.

O edificio írguese a principios do século XX nos Xardíns de Méndez Núñez, como un Kiosko de madeira e vidro. Inicialmente era unha construción de única planta baixa + terraza, con accesos laterais. Desta forma recibiría o nome de A Terraza. Posteriormente solicítase a instalación dunha cuberta de estrutura metálica con cubrición de lonas que configuraría co paso do tempo e a transformación do edificio, a primeira planta. 

Templo de Apolo en Delfos (525 a.C)




Crátera cerámica en la que al tema de la próthesis o exposición del difunto sobre el catafalco, ahora colocado sobre un carro, se suma el tema del desfile de los guerreros. El pintor ha despiezado los carros y los muestra como si se tratase del plano de montaje de los mismos. Los cuerpos de los guerreros están ocultos tras unos típicos escudos en forma de caja de violín. Se puede apreciar el horror vacui que siente el artista, que no deja el más mínimo hueco sin un motivo de relleno.

Templo de Hera en Olimpia (600 a.C)



Crátera cerámica en la que al tema de la próthesis o exposición del difunto sobre el catafalco, ahora colocado sobre un carro, se suma el tema del desfile de los guerreros. El pintor ha despiezado los carros y los muestra como si se tratase del plano de montaje de los mismos. Los cuerpos de los guerreros están ocultos tras unos típicos escudos en forma de caja de violín. Se puede apreciar el horror vacui que siente el artista, que no deja el más mínimo hueco sin un motivo de relleno.

Ánfora del pintor Análatos



Junto a motivos de tradición geométrica, el pintor de Análatos incorpora otros nuevos, de origen oriental, tales como palmeras y felinos rampantes. En el cuello, un baile de hombres y mujeres en torno a un tocador de lira; nótese el cuerpo de las mujeres, ahora en semisilueta y con vestidos decorados muy esquemáticamente. Los personajes son los llamados hombres-pájaro, por sus puntiagudas nariz y barbilla, además del gran ojo que ocupa casi toda la cara.