O Pazo dos Oseiro, na Avenida Párroco Villanueva á altura do cruceiro, chántase nas súas últimas igual que o resto de edificios históricos de Sada
Crátera cerámica en la que al tema de la próthesis o exposición del difunto sobre el catafalco, ahora colocado sobre un carro, se suma el tema del desfile de los guerreros. El pintor ha despiezado los carros y los muestra como si se tratase del plano de montaje de los mismos. Los cuerpos de los guerreros están ocultos tras unos típicos escudos en forma de caja de violín. Se puede apreciar el horror vacui que siente el artista, que no deja el más mínimo hueco sin un motivo de relleno.